Cada hombre busca su propio destino y el de nadie más […] Lo quiera o no. Aunque uno pudiera descubrir su destino y elegir en consecuencia un rumbo opuesto sólo llegaría fatalmente al mismo resultado y en el momento previsto, pues el destino de cada uno de nosotros es tan grande como el mundo en que habita y contiene en sí mismo todos sus opuestos.
Cormac McCarthy, Meridiano de sangre
Foyo de Bruno Cattani
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